


Efimeroteca



Hace 15 años tuve una idea que se convirtió en una obsesión. Cumplir el sueño que tenía desde que era niño de tener tu propia máquina arcade en casa.
Por aquel entonces, hablamos de 1996, descubrí los emuladores. Hacía relativamente poco tiempo que se habían desarrollado las primeras versiones de MAME, ZSnes, el mítico Callus, etc… Era emocionante como evolucionaban rápidamente.
Abrir un juego arcade como Scramble fue como coger el Delorian de McFly y retroceder en el tiempo.
Un año después tuve un sueño muy curioso, me encontré a mi mismo en casa de un amigo el cual tenía una máquina arcade funcionando con MAME. Era orgásmico y en el sueño le preguntaba muchas cosas. Al final le insistía que me la enseñase por dentro, y lo hizo. Tenía una TV conectada a un ordenador y los mandos conectados burdamente a un teclado. Como en todo sueño todo parece tener lógica, un sentido racional por subrealista que sea y los detalles parecen tener nitidez. Todo eso se pierde al despertarse, el recuerdo es vago, borroso y mi primera reacción al despertarme fue una sonrisa pensando en la chorrada que acababa de soñar.
La única foto que he podido encontrar de la máquina que había montado es ésta.
Es la primera foto que le saqué en una fase muy inicial de desarrollo. Vista ahora 16 años más tarde parece la que salía en el sueño en sí mismo. Borrosa, burda y tosca pero funcionaba. La TV colocada era muy vieja, en aquel entonces las TV nuevas seguían siendo caras. La entrada de vídeo disponible era a través de la entrada de antena, para conseguirlo utilizaba un modulador de frecuencias y conectaba el PC utilizando una salida RCA.
Continuando con lo que comentaba del sueño…
A lo largo del día, mientras realizaba las tareas matutinas, aquella chorrada empezaba a dejar de serlo. Tenía una tarjeta gráfica RIVA 128ZX de 16MB con salida VGA, RCA y S-Video. Las salidas RCA y S-Video sirven para conectar un PC a una TV, al menos respecto a esto, el sueño tenía cierto sentido y podía hacerse aunque nunca lo había probado.
El tema de los mandos de control me seguía dejando con cierta incertidumbre. No lo acababa de ver posible. Yo era un simple estudiante de diseño gráfico y mis conocimientos de electrónica eran nulos. Aunque sí que tenía buenos conocimientos de hardware y montaje y configuración de PC’s clónicos. De hecho estuve un tiempo dedicándome a la compra de componentes y montaje de ordenadores para sacarme un dinero extra. Pero una cosa es saber donde conectar un teclado y otra muy distinta saber como funciona por dentro.
Así que como tenía varios teclados viejos que no usaba (uno era de la época de los Intel 386 con conexión DIN grande). Decidí desmontar el más viejo que pesaba como un ladrillo. Me encontré con una placa del tamaño del teclado donde cada tecla tenía dos puntos de soldadura. Pensé “sólo son interruptores”, es decir que si sueldo directamente ahí un interruptor al pulsarlo debería obtener exactamente esa tecla. Si la teoría funcionaba podía conectar cada interruptor a una tecla y luego configurar el emulador para que responda correctamente a esa combinación de teclas.
El primer intento fue un fracaso, además de lo malo que era soldando (requiere práctica) una vez conecté varios interruptores, el teclado se volvió loco y al conectarlo lanzaba pulsaciones aleatorias de todo tipo de teclas. Quizás hice un corto, quizás eran interferencias de los cables o por como lo había soldado. Sólo sé que me lo cargué.
Tenía otro teclado algo más moderno cogiendo polvo en una caja. Este teclado era PS2, pero lo sustituí por otro mejor que tenía la tecla de “enter” más grande y por tanto más cómoda para mi forma de escribir. Desmonté ese teclado y vi que no tenía nada que ver con el anterior que destrozé. Estaba formado por una lámina de goma transparente llena de ampollas que resultaban ser cada una de las teclas. Por ese motivo se llamaba teclado de membrana, y lo que había roto antes era un teclado mecánico. Debajo de esa lámina de goma había otra muy fina de un material parecido al acetato. Esta lámina tenía el circuito dibujado. Se veía muy frágil, pero decidí intentarlo y soldar sobre esa lámina… bueno podemos imaginarnos lo que ocurrió, calor más plástico delicado es una mala mezcla. En estos momentos ya pensaba que aquella conexión burda al teclado que había soñado era una estupidez. Decidí aparcarlo quizás más adelante tenga más luces en el tema.
Pasados unos días decidí volver a retomarlo, examiné el teclado de nuevo y me fijé en una pieza clave que había pasado por alto: una pequeñita placa con un interfaz de patillas. La pregunta fué que pasaría si conecto el teclado con sólo esa plaquita y utilizando dos cables de cobre empiezo a probar a hacer combinaciones con esas patillas. Aquello sí funcionó, cada vez que hacía un puente en el bloc de notas que tenía abierto en el ordenador se escribía una tecla. Con mucha paciencia empecé a hacer todas las combinaciones posibles y conseguí prácticamente todas las teclas disponibles.
El sueño ya no era una chorrada se podía hacer, aquello me iluminó los ojos y ya no podía pensar en otra cosa. Comencé a planificar el proyecto. Fui a los pocas recreativas que quedaban vivas en Barcelona y tomé ideas de montaje, información y medidas de muebles. Busqué por internet planos sin éxito, aunque sí obtuve imágenes de muebles arcade que me sirvieron de muchísima ayuda para decidir el diseño. También encontré webs con otros frikis que comenzaban proyectos similares al mío, lo cual lo hacía todo más emocionante, ya no estaba solo.
Finalmente ideé un plano inspirado en la cabinet Defender. Era angulosa, la elegí por lo sencilla de realizar que parecía. Encargué a un carpintero del barrio las maderas necesarias. Los perfiles laterales los corté con una sierra de calar y al final, más o menos, el resultado quedó creible.
Conseguí los mandos preguntando en recreativos y buscando en el listín telefónico por distribuidores de máquinas recreativas. Era un negocio casi extinto en cuanto a video arcades y recuerdo que me costó. Pero tuve la suerte de encontrar en una modesta empresa de tragaperras un dueño muy majo. Aunque ya sólo se dedicaba a este tipo de máquinas, le hizo gracia lo que tenía en mente y se emocionó tanto que decidió ayudarme, además de explicarme todas las máquinas que pasaron por sus manos, volantes, palancas de vuelo, mostraba nostalgia en cada palabra. Me pasó el contacto de un técnico que había reparado muchas máquinas de arcades en el pasado y que probablemente podría tenía piezas de recambio sin usar. Y así fué, quedé con el técnico y hubo suerte: tenía aún piezas nuevas, pude adquirir los microswitchs, botones arcade de distintos colores y dos mandos arcade.
¡Ya estaba!
Con tiempo y paciencia en unos meses construí la máquina totalmente operativa. Era algo tosca en acabados.
Pero el mayor problema era mi inestabilidad, al ser estudiante, vas cambiando de un piso a otro. Entre otros fallos había cometido un error garrafal en el diseño del plano. Al buscar un mayor confort en los juegos de jugadores ensanché el panel de control forzando a que la máquina tuviese un ancho total de 68 cm. Era demasiado no cabía por ninguna puerta ya que hacen 65-66 cm como máximo. Así que tras cada mudanza había que desmontar entera la máquina y volverla a montar. Aquello perjudicó muchísimo el mueble, deteriorándolo y además siempre se rompía alguna cosa. Este proceso llegué a hacerlo 3 veces y a partir de ahí la máquina quedó descuartizada cogiendo polvo. La última vez que la desmonté fue como cortar los cables de Cortocircuíto y herirle de muerte, la TV que tenía puesta se fue a la basura y el cableado de los mandos que ya de por sí estaba delicado acabó por desoldarse en algunas partes. Realmente dió mucha pena hacerlo.
Hasta hoy. He decidido volver a tener la máquina operativa, arreglar todos los problemas de diseño del mueble. Restaurar y arreglar todos los daños. Pensar con la experiencia obtenida nuevas soluciones en el interior corrigiendo los errores acumulados.
Todo el proceso lo iré publicando en el blog. STAY TUNNED!


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Ya hay 4 comentarios para...
“Construir una máquina arcade I”

Septiembre 28th, 2012 at 10:17
Yeah!!!! Yo quiero unas partidicas!!! Esto sí que mola!!!!
Marzo 30th, 2013 at 22:12
eso es lo que pienso hacer ,,, conectar un pc a una pantalla de 21″ dentro del mueble …. tengo conocimientos osea para conectar los botones arcade,, y todo al pc.. pero necesito las medidas del mueble y que madera necesito?’ espero tu respuesta y el pdf ,, ese que dijiste ja
Abril 2nd, 2013 at 18:04
La verdad es que mi máquina es grande para el tipo de pantalla que quieres colocar. Te quedará algo ridículo porque te sobrará mucho espacio por todos los lados.
En mi mueble entra a la perfección una pantalla de 25″, manteniendo unos márgenes confortables de casi 10 cm por cada lado. Si pones una de 21″ se verá muy poco monitor para tanto espacio. He visto máquinas así y no son muy bonitas. Acaban siendo casi todo marco.
Ya que tienes una pantalla de 21″, lo ideal es que adaptes una máquina con unas dimensiones más reducidas. Puedes incluso mirar la opción de realizar una BarTop, que son muy majas también.
Diciembre 8th, 2013 at 14:43
[...] de Vietnam hacía que esta palabra fuera muy mal vista en el país.La primera Galaxy Game era demasiado cara de fabricar, por lo que Pitts y Tuck siguieron mejorando la máquina hasta que consiguieron una versión mucho [...]